Poetisa de otra galaxia.
Ni mirando todos estos faros
que iluminan la costa durante la noche,
consigo encontrar una luz que brille
más que la de tus ojos.
Es que me has abrazado demasiado profundo
y me has calado hasta los huesos,
te has impuesto como nombre y apellido
en cada uno de mis poemas.
Ahora no hay vuelta atrás:
no logro leer a Irene.
Me es imposible
deleitarme con Elvira,
sin encontrarte entre renglones
provocándome de forma subliminal.
Te has colado
hasta en mis momentos de lectura,
esos que componían lo que sobraba
de mi 80% agua y mi 19%lágrimas...
Maldita seas
planeta de nombre compuesto,
por hacerme dependiente
de un droga que no podré dejar.
Bendita seas
poetisa de otra galaxia,
por devolverme los mismos motivos
por los que me hicistes perder.
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